Fuente 1: Preámbulo y selección de artículos de la Constitución de
1812.
"En el nombre de Dios Todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo, autor y
supremo legislador de la sociedad.
Las Cortes generales y extraordinarias de la Nación española, bien
convencidas, después del más detenido examen y madura deliberación, de que
las antiguas leyes fundamentales de esta Monarquía, acompañadas de oportunas
providencias y precauciones, que aseguren de un modo estable y permanente su
entero cumplimiento, podrán llenar debidamente el grande objeto de promover
la gloria, la prosperidad y el bien de toda Nación, decretan la siguiente
Constitución política para el buen gobierno y recta administración del
Estado:
Titulo I
De la Nación española y de los españoles
Capítulo I
De la Nación española
Art. 1. La Nación española es la reunión de todos los españoles de ambos
hemisferios.
Art. 2. La Nación española es libre e independiente, y no es ni puede ser
patrimonio de ninguna familia ni persona.
Art. 3. La soberanía reside esencialmente en la Nación y por lo mismo
pertenece a ésta exclusivamente el derecho de establecer sus leyes
fundamentales."
Fuente 2: Fragmento del Decreto de Fernando VII firmado en Valencia el 4
de mayo de 1814
Declaro que mi real ánimo es no solamente no jurar ni acceder a dicha
Constitución [de 1812] ni a Decreto alguno de las Cortes generales y
extraordinarias, y de las ordinarias actualmente abiertas [...] sino el
declarar aquélla Constitución y tales decretos nulos y de ningún valor y
efecto [...].
Fuente 1: Monedas con las efigies de Franco fabricadas durante su etapa de
gobierno.
Fuente 2: Sánchez Recio, Glicerio (1999): "Inmovilismo y adaptación", en
El franquismo. Visiones y balances, Alicante, Universidad de Alicante, p.
30-31.
Se ha de insistir, en primer lugar, en la aparente contradicción que
encierran los términos inmovilismo y proceso, y más aún en este apartado en
el que se considera la larga trayectoria del régimen franquista desde 1939
hasta 1975. En el lento proceso de institucionalización del régimen se
mantuvo una fidelidad inquebrantable a los poderes absolutos asumidos por el
general Franco y en ningún momento se abandonó la primacía del Estado
manifestada en los primeros textos programáticos.
Aparte de la concentración de poderes que residía en el general Franco,
éste se había otorgado una función institucional, que algunos de sus
ideólogos más próximos calificaron como constituyente, y de esta forma,
previa aprobación por aclamación, promulgará sucesivamente las Leyes
Fundamentales: la creación de las Cortes, el Fuero de los Españoles, la Ley
de Sucesión, la de los Principios Fundamentales del Movimiento y la Ley
Orgánica del Estado, que asumía y sintetizaba a las anteriores."
Pruebas de acceso a facultades, escuelas técnicas superiores y colegios
universitarios