Comunidad: | Comunidad Valenciana |
Convocatoria: | Septiembre de 2000 |
Modalidad: | LOGSE - Artes - Humanidades y Ciencias Sociales |
Ejercicio: | 2º Ejercicio |
Asignatura: | Historia del Arte |
Obligatoriedad: | Obligatoria en la Opción de Artes y opcional en la Opción de Humanidades y en otras |
Duración: | 90 minutos |
Baremo: | El alumno tiene que escoger entre el ejercicio A, o el ejercicio B. |
Imagen 1. La escuela de Atenas. Rafael. Siglo XVI
Imagen 2. La Gioconda. Leonardo da Vinci. Siglo XVI
Imagen 3. Detalle de la capilla Sixtina. Creación de Adán. Miguel Ángel. Siglo XVI
...la realidad aparece como algo vulgar, y lo natural sólo existe aun en este arte para subliminarse a algo más "elevado", a una idea platónica (como Rafael ha dicho expresamente en su arte)... la armonia supone tranquilidad; es un ideal estético; es siempre, de cualquier modo, transcendencia de la realidad, y su forma pura no turbada por ninguna tensión, es sólo posible en el mundo de la apariencia bella y sólo puede ser el ideal de una sociedad...
Nieto Alcaide, V. y Checa Cremades, F. El Renacimiento. Madrid, 1987.
Imagen 1. Interior de la mezquita de Córdoba.
Imagen 2. El patio de los Leones. La Alhambra. siglo XVI.
...el Corán instituyó para todos los musulmanes una regla que tiene una importancia crucial para la historia arquitectónica de la mezquita: la obligación de efctuar plegarias. La plegaria es un acto privado, y una célebre tradición establece que allí donde alguien reza hay un maschid (lugar de oración). Pero la plegaria también es un acto colectivo de la comunidad. Las formas prácticas adoptadas por la oración y su transformación en un acto colectivo de la comunidad. Las formas prácticas adoptadas por la oración y su transformación en un acto colectivo ya no fueron creacion coranica, sino consecuencia de la vida de la comunidad musulmana: se crea un ritual de plegaria que tiene lugar una vez a la semana, los viernes a medio dia...
Graber, O. La formación del arte Islámico. Madrid, 1979
...la sala de pilares parecería un amplio bosque sagrado de palmeras, que invita a pasear por el de acá para alla, ofreciendo a cada paso nuevas perspectivas de la gran sala, abriendo o cerrando sus profundidades ante nuestra mirada. Antiguamente este bosque era todavía mas diafano, ya que las arcadas que dan al patio estaban abiertas y no tapadas, como ahora, por un muro, cuya continuidad sólo se ve interrumpida por dos puertas.
Burckhardt, T. La civilizacion hispano-arabe, Madrid, 1977
Última modificación de esta página: 25 de febrero de 2004