Comunidad: | Comunidad Valenciana |
Convocatoria: | Septiembre de 1995 |
Modalidad: | LOGSE - Todas |
Ejercicio: | 1er Ejercicio C |
Asignatura: | Castellano |
Obligatoriedad: | Obligatoria |
Duración: | 90 minutos |
Baremo: | Comentario crítico del texto: 0-7 puntos. Cuestiones: 0-1,5 puntos cada una. Responda a sólo dos de las cuatro cuestiones propuestas |
Locos
El Ministerio del Interior anuncia multas terribles para las infracciones de tráfico a fin de escarmentar a los que hacen burradas con el coche. La medida dará escasos resultados, pues quienes hacen burradas con el coche saben que pueden matarse, y si matarse no les importa, menos les ha de importar que les multen.
Más eficiencia tendría averiguar qué les ocurre a los ciudadanos cuando suben a un coche, lo ponen en marcha, pisan el acelerador, manejan el volante... Por qué unos ciudadanos, en estas circunstancias, conducen tranquilamente hasta donde tengan que ir, y no pasa nada, mientras otros la emprenden a bocinazos y a insultos, dan pasadas a los demás coches, adelantan peligrosamente, van como locos...
A estos ciudadanos habría que bajarles del coche y mandarles al psiquiatra. A lo mejor van como locos porque están locos. La locura y la gripe se conocen por los síntomas. Pasearse en cueros vivos bajo una nevada, hacer pis en los buzones de correos, regalar billetes de mil a los viandantes, atar moscas por el rabo, pueden ser síntomas de locura; pero para poner el coche a cien por hora cuando se ve un semáforo en rojo y luego pegar un frenazo hay que estar más zumbado que las maracas de Antonio Machín.
En realidad, de estos últimos hay muchos. Por eso la publicidad, que no es tonta y se dirige a las mayorías, diseña spots con coches saltando y brincando por los techos de los trenes en marcha, o cayendo de un avión y aterrizando enteritos después de recibir un misilazo, o metiéndose en lujosos salones donde les atacan perros rabiosos, que son historias propias de zumbados.
Así que las multas de tráfico no van a arreglar nada. Salvo que su importe se emplee en pagarles a los zumbados una sesión de psiquiatra o una larga estancia en el manicomio, según la magnitud de la burrada que les haya dado por hacer.
Joaquín Vidal
Última modificación de esta página: 3 de junio de 2003